La humanidad emerge, titubeante, en medio de la ruina. Casi nada queda del mundo que conocíamos: asentamientos, bosques, mares, montañas... todo ha sido reducido a una extrañeza inquietante. Animales horriblemente mutados cazan en manadas a través de un bosque deformado. Robots militares en estado de descomposición deambulan sin rumbo por las ruinas, con sus sensores y centros de lógica destruidos. Soldados alienígenas, que alguna vez fueron poderosos, se acobardan en los restos de sus naves,


































