Bong-gu, el Corgi galés, fue una vez un perro abandonado. A juzgar por su cola cortada, alguien se había preocupado por él, pero, por alguna razón, se volvió no deseado. A sus 8 años, siendo un perro senior con varias enfermedades, le resultaba difícil encontrar una nueva familia. Atrapado en una jaula en un refugio de animales, cada día pasaba con melancolía para Bong-gu. Pero un día, ocurrió un milagro. Bong-gu conoció a una nueva familia. El hombre que lo llevó a casa tenía un aspecto un































